Lo contamos en Hispanidad hace unos días y la encuesta publicada esta misma mañana lo confirma: Sumar, con tan sólo ocho meses de vida, está en crisis. En el sondeo Yolanda Díaz perdería 19 escaños, tras su ruptura con Podemos. 

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El 'caso Koldo' parece haber impactado de lleno en los socios de Gobierno de Díaz, por lo que Yolandísima, a la vista que su viaje a Estados Unidos ha servido para poco, ha decidido aprovechar las circunstancias y, en una reunión con su grupo parlamentario, ha presentado una batería de medidas contra la corrupción. 

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Sus medidas van desde la prohibición de indultos a los condenados por corrupción a la regulación de los lobbies: "Mientras la mayoría de ciudadanos de nuestro país tenía miedo, unos pocos golfos estaban ganando dinero con mascarillas fake", ha asegurado Yoli. 

Todo ello lo ha denunciado sin mecionar a su socio de Gobierno. Sí, como lo oyen, Díaz usa el 'caso Koldo' para ver si rasca los votos de los socialistas, pero al mismo tiempo carga contra el PP. No ha reclamado responsabilidades a los socialistas "a la espera que la investigación llegue al final", "Vamos a ser prudentes", aunque ha asegurado que no mirará "el nombre ni el color del corrupto". Eso sí, ha señalado "las élites" como "corruptoras" y ha cifrado en 60.000 millones el coste de la "corrupción del PP".

La ministra trabajadora ha anunciado que registrará sus medidas de forma inminente y ha destacado la prohibición del indulto a los condenados por corrupción, y Yoli vuelve a señalar: ¿a los independentistas, a los implicados en los ERE de Andalucía? No, a los indultados por José María Aznar durante sus años en Moncloa. 

Además, Yoli ha presentado cambios normativos en los aforamientos, recuperando una de las ideas de Podemos en el 15M, cuando se propuso que se limitara la protección judicial a los diputados y otros cargos públicos al ejercicio de sus cargos.

También ha propuesto la creación de un "consejo de prevención de la corrupción" donde estén todos los partidos políticos para evitar los casos en lugar de castigarlos por la vía jurídica. Y exige: "Que todos los partidos se posicionen, sobre todo el PP".

Una vez más, consigue evitar señalar al PSOE, para los que solo ha tenido buenas palabras, defendiendo al "estabilidad" del Ejecutivo de coalición y se ha mostrado convencida de que se aprobarán tanto la ley de amnistía como los Presupuestos Generales del Estado porque "La legislatura va a ser estable si el Gobierno sigue empatizando con los de fuera".