El pepero Borja Sémper ha sido el representante institucional que ha acudido a la inauguración de la edición número 33 del Congreso anual de Faconauto (la patronal de concesionarios oficiales) y lo ha hecho en lugar de la secretaria de Estado de Industria, la socialista Rebeca Torró, prevista en un principio. Eso sí, las declaraciones de Sémper han ido en un tono opuesto al del pepero José Luis Martínez-Almeida, porque ha reivindicado que el coche “significa libertad”.

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Hace dos semanas, en el IV Foro Anfac, el alcalde de Madrid atacó a la libertad de movilidad de los madrileños al querer que “el vehículo privado sea la peor alternativa”. Este martes, el vicesecretario de Cultura y portavoz del PP ha empezado su intervención señalando “tengo familia, coche y lo compré en un concesionario”, y que “como la mayoría de los hijos del siglo pasado, recuerdo con emoción cada cambio de vehículo”. Para Sémper, “el desarrollo económico y social del siglo XX no puede entenderse sin el coche y los empleos industriales” que generó, y además, considera que “la industrialización en España hubiera sido imposible sin la industria del motor”. Por tanto, “el coche representa algo más que un medio de transporte” y “la mayoría de edad es votar y conducir”.

Para Sémper, se debe “incentivar la renovación del parque móvil y es urgente la simplificación y agilización administrativa tanto de las ayudas como de la tramitación de los puntos de recarga”

Y no sólo considera el coche como “una de las herramientas que nos permite ejercer la libertad”, sino que “para más de 7,5 millones de personas de la España rural el coche es su herramienta fundamental de vida”, también “conecta sociedades y es clave en la vida del trabajador de las afueras de la ciudad”. Sémper ha añadido que “los coches responden a una necesidad humana que no va a desaparecer, aunque serán distintos: menos contaminantes y más eficientes”. Eso sí, ha subrayado que “ninguna política puede pasar por desdeñar una industria” como la del automóvil, y que se necesitan “normativas justas, seguridad jurídica, contar con el sector y apostar por la libertad individual y el progreso común con neutralidad tecnológica”. Es más, “la transición ecológica no puede perjudicar a los que menos tienen”, por lo que se debe “incentivar la renovación del parque móvil y es urgente la simplificación y agilización administrativa tanto de las ayudas como de la tramitación de los puntos de recarga”.

Por último, Sémper se ha comprometido a “recabar toda la sensibilidad del sector cuando toque garantizar que desde lo público se hace todo lo posible para apoyar al sector y rebajar la edad media del parque”. “La empresa privada es más transformadora que la política, que no está a la altura ni en profesionalidad ni en generosidad”, ha añadido al hilo de lo que se está viendo en estos momentos con el ‘caso Koldo’, pero está convencido de que “más pronto que tarde las cosas cambiarán” (bueno, eso depende de las urnas y de los pactos posteriores si no se alcanza mayoría absoluta).