Pedro Sánchez, con su habitual arrogancia y chulería/ Foto: Pablo Moreno
El presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez, se ha dignado hoy a hablar de política tras no hacerlo durante el debate de investidura del aspirante del PP, Alberto Núñez Feijóo.
Ha sido durante la clausura de las Jornadas del Grupo Socialdemócrata europeo en Madrid, cuando, haciendo gala de su habitual verborrea demagógica y mentirosa, el secretario general del PSOE ha dicho, entre otras lindezas: “Una de las cosas que más me ha llamado la atención de este debate de investidura fallida, del candidato fallido, es la falta de proyecto político, la falta de visión futura, de optimismo y de esperanza”.
Cuando si algo hizo el presidente del PP, entre otras cosas, fue presentar un programa de Gobierno, con el que se podrá estar de acuerdo o no, pero lo presentó.
Con su habitual arrogancia y chulería, Sánchez ha proseguido: “La derrota electoral de su tentativa de retroceso se produjo el pasado 23 de julio. La consumación de su derrota parlamentaria se producirá esta misma semana y lo podréis contemplar en directo”. Y ha añadido que España "se apresta a repetir ese Gobierno de coalición progresista dentro de poco tiempo".
El pasado 23 de julio, la sociedad española lanzó un mensaje de enorme valor simbólico a toda Europa: “La ultraderecha no es imparable!
— Pedro Sánchez (@sanchezcastejon) September 28, 2023
¡Se puede frenar a la ultraderecha! pic.twitter.com/kYUKPCViRw
Lo ha dicho como regodeándose, pero sin mencionar en ningún momento la amnistía que negocia -o que tiene pactada ya- con los delincuentes del ‘procés’ independentista del 1 de octubre de 2017, en lo que supone la mayor traición a España cometida seguramente desde tiempos de Fernando VII.
Luego, como intentando arrogarse el papel de salvador de la humanidad, Sánchez ha proseguido: “Así están las cosas tras la rendición de la derecha tradicional a los postulados de la ultraderecha. O prevalece la socialdemocracia o se impone una ola reaccionaria y eso sería el comienzo del fin de la Unión Europea tal y como la vivimos, la pensamos y la sentimos”.
A su juicio, PP y también Vox (a quienes ha emparejado en todo momento) “solo han tratado de vender miedo, frustración” y han tratado de “trasladar a la sociedad la frustración y el miedo han vivido ellos” tras las elecciones del 23 de julio.
En cambio, a los socialdemócratas europeos, les ha instado a ofrecer "esperanza, optimismo" y aquello opuesto a la "amargura que alimenta la derecha".
Una esperanza y optimismo que sólo él, supremo líder, es capaz de proporcionarnos, claro. Y es que en la política española no ha habido un tipo tan encantado de haberse conocido y de haberse dado a conocer, todo a un tiempo.
Lo que no sabe es que al menos la mitad de España, si no más, está deseando dejar de verle.