Este hombre no tiene límites. Hablamos de Pedro Sánchez y su capacidad para auto-elogiarse. Este miércoles, con moreno playero, lo ha vuelto a hacer, en un acto diseñado para su lucimiento personal ante destacadas personalidades españolas de todos los ámbitos y los principales ejecutivos del Ibex.

El anuncio más destacado, en realidad el único anuncio: la subida “inminente” del Salario Mínimo Interprofesional (SMI). Precisamente, este miércoles, el Ministerio de Trabajo, sindicatos y patronales han comenzado las negociaciones para ello. Para el presidente de la CEOE, Antonio Garamendi, “no es el momento” de hacerlo.

Pero el problema de subir el SMI no es ese, sino subir las cuotas sociales, es decir, los impuestos asociados al trabajo. Sí a la subida del SMI, pero sin subir los impuestos que encarecen la contratación. Y el presidente de la Asociación de Trabajadores Autónomos (ATA), Lorenzo Amor, ya ha señalado que la subida del SMI supone “un nuevo palo para los autónomos” -que ya llevan unos cuantos´-, pues su cuota mensual aumentará entre 3 y 12 euros. También se ha mostrado a favor de subir el SMI y de reducir las elevadas cotizaciones sociales el líder de Vox, Santiago Abascal, considerando que “sólo así se puede lograr salarios dignos y a la vez crear empleo”. 

 

 

Para Sánchez, todo ha sido genial durante los 603 días que lleva en La Moncloa. Enhorabuena a los premiados. La realidad, sin embargo, no coincide plenamente con la visión del presidente. Para empezar, porque ha sido con su Gobierno, y tras reformar la tarifa eléctrica, cuando la luz se ha convertido en un objeto de lujo. Sin ir más lejos, mañana jueves volverá a pulverizar todos los récords y costará más de 140 euros el megavatio hora.

Todo es maravilloso, y más que lo será gracias a Pedro. Su plan de gobierno para este año político se resume en: seguir vacunando, impulsar la recuperación justa y modernizar la economía y el tejido social con los fondos europeos. Todo muy novedoso. Y para ello, nada como potenciar lo público frente a lo privado, como, por ejemplo, las pensiones.

Por cierto, el presidente ha querido romper una lanza a favor de los jóvenes, tan señalados por saltarse las restricciones pandémicas. Su respuesta a la vacunación ha sido “emocionante”, ha dicho el presidente.

Pero tranquilos, porque este miércoles, Sanidad y CCAA analizarán ampliar el aforo en los estadios de fútbol. Estamos salvados. Y hablando de fútbol, ha llamado la atención la frialdad con la que Florentino Pérez ha saludo a Sánchez tras el discurso.