
Como todo el mundo sabe ya, Pedro Sánchez llegó al poder tras las últimas elecciones de julio de 2023 gracias a un pacto con EH Bildu, la coalición en la que se integran los herederos de Batasuna, brazo político de ETA y que nunca ha condenado los asesinatos de la banda terrorista, una banda criminal que tampoco ha ayudado a esclarecer los asesinatos de ETA que quedan sin resolver.
Y pactó, además, habiendo asegurado previamente ‘hasta 70 veces 7’, “con Bildu no vamos a pactar”:
Lógicamente, ese pacto tenía un precio. Por ejemplo, ceder la alcaldía de Pamplona a EH Bildu.
Y también, por ejemplo, otorgar beneficios penitenciarios para los presos de ETA, que es lo que no para de denunciar asociaciones de víctimas del terrorismo, como la Asociación de Víctimas del terrorismo (AVT), que acaba de iniciar una campaña en la que denuncia que actualmente sólo el 34% de presos de ETA cumple condena en prisión (son 36) en régimen normal, mientras que el 66% restante (87) ya cumplen condena en casa o entran y salen de prisión.

La campaña de la AVT también denuncia que desde la llega de Pedro Sánchez al Gobierno, desde septiembre de 2018 hasta marzo de 2023, un total de 382 presos han sido trasladados a cárceles del País Vasco y Navarra, señala su nota de prensa.
Además, ha habido un total de 96 concesiones de tercer grado desde que las competencias penitenciarias las asumió el País Vasco (y 28 antes de ello).
Y desde junio de 2019, se han producido un total de 47 libertades condicionales.
Como subraya la AVT, "de nuevo somos víctimas. Esta vez, de la impunidad".