Desde que empezó su carrera política, Sánchez le ha dado mucha importancia a su aspecto físico, más que ningún otro presidente del Gobierno de la democracia. 

Además de sesiones de maquillaje, estos días ha salido a la luz la figura de Magdalena Pérez, asesora experta en imagen. Pérez forma parte de los 390 asesores del presidente y su cargo oficial es el de "Vocal Asesora de la Unidad de Logística Informativa". Su principal función consiste en gestionar "los medios técnicos y audiovisuales necesarios para la cobertura informativa de las actividades públicas del presidente del Gobierno, del ministro de la Presidencia, Relaciones con las Cortes y Memoria Democrática, y de la portavoz del Gobierno, así como prestar los servicios de apoyo que sean necesarios a los demás departamentos ministeriales". 

Para entendernos, Pérez se encarga de que el presidente esté guapo, que salga bien ante las cámaras y que su imagen quede bien iluminada ante los medios. Su sueldo, a cargo del erario público, ha desatado la polémica, parece que los españoles no quieren pagar de sus bolsillos la belleza de Sánchez. 

Pero claro, para que el trabajo de Pérez 'brille' y las sesiones de maquillaje tengan buen resultado. El estado de la piel del presidente juega un papel fundamental, para lo cual, Sánchez, habría recurrido, en más de una ocasión, a retoques estéticos en manos de un famoso dermatólogo madrileño que atiende a toda la 'Smart people' de la capital. 

Uno de los principales problemas cutáneos a los que Sánchez y su doctor se enfrentaron eran sus cicatrices a causa del acné. Para mejorarlas, habría recurrido al láser, un tratamiento que, tras varias sesiones, consigue eliminarlas, regenerar la piel dañada y mejorar su aspecto en poco tiempo. 

Algo muy importante para el inquilino de Moncloa, que no puede guardar reposo, su posición le obliga a una exposición pública continua, por lo que los tratamientos que se realiza deben tener una recuperación rápida y casi inapreciable a la vista. 

Por esto, Sánchez parece un amigo habitual de los tratamientos de bótox, de las infiltraciones de ácido hialurónico y de los cócteles vitaminas en zonas donde la expresividad es mayor y, por tanto, son más sufridas con el paso de los años. El líder socialista habría recurrido a este tipo de infiltraciones tanto para tratar las arrugas de los ojos, como las del entrecejo o la frente. Se recomienda que pase un tiempo prudencial entre infiltración e infliltración, pero por lo que se puede apreciar, Sánchez no sigue este consejo y recurre a ellas de manera muy continuada. 

Su mujer, Begoña Gómez, también se ha apuntado a los retoques, sus pómulos, boca y mandíbula han cambiado buscando un gesto más suavizado y amable. Pero, ¿cuánto cuestan estas sesiones beauty del Presidente y su Primera Dama? Pues bien, la profesionalidad y discreción del conocido dermatólogo hay que pagarla, por lo que Sánchez abona 500 euros por cada infiltración de ácido hialurónico, 650 euros cada vez que recurre al bótox y cada sesión de láser le sale por 350 euros. 

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Y es que ya lo dijo el propio Sánchez "Soy guapo a secas", y él quiere ser muy muy guapo. 

Pero Pedro, ten cuidado, ya lo dijeron Isabel Rodríguez y Tezanos: "Eres guapo y hay gente a la que le molesta eso".