Todo viene desde que se aprobó una ley claramente inconstitucional en lo referente a la elección de la cúpula del CGPJ, que no ésta ni en la letra, ni en el espíritu de nuestra Constitución
No hace falta ser ni dárselas de profeta, solo aplicar el sentido común y decir lo que se cree sinceramente que es hacer lo correcto.
Tenemos la Justicia en España como un pollo sin cabeza, dando vueltas por el corral sin saber a dónde va. Y todo por no tener la valentía de hacer lo apropiado defendiendo la ley de leyes, que es la Constitución, y haber dejado que se manipulase y se sobase según intereses. El resultado es el que estamos viendo. Todo viene desde que se aprobó una ley claramente inconstitucional en lo referente a la elección de la cúpula del CGPJ, que no ésta ni en la letra, ni en el espíritu de nuestra Carta Magna.
Y eso lo hizo “el gran estadista Felipe González”, como lo denomina mi apreciado Luis María Anson.
Hace más de un año publique un artículo que vuelvo a reproducir por su actualidad:
La Justicia española no quiere ser independiente
“La mujer del César no sólo debe ser honrada, sino parecerlo”. (Cayo Julio César)
Aplicando la famosa frase a la Justicia española, podríamos decir que: la justicia española no solamente debe ser independiente, sino parecerlo. El espectáculo que se está dando en la renovación del CGPJ, nos confirma que desde la ley Orgánica que se aprobó en 1985, gobernando el PSOE de Felipe González, la justicia dejó de ser independiente. Así lo afirmo Alfonso Guerra, a la sazón Vicepresidente del Gobierno, cuando declaró públicamente que habían enterrado a Montesquieu, y la separación de poderes, al quedar en manos de los partidos políticos, en su totalidad, la propuesta al Rey del nombramiento de la cúpula del poder Judicial.
Tienen la oportunidad ahora de demostrar que quieren ser independientes y limpiar las sevicias y corrupción que la ha invadido. Y es muy fácil.
Apliquen la Constitución; realicen los jueces una elección transparente a nivel nacional de los 12 que les corresponden, y ni uno más y presénteselos al Rey para su nombramiento, y a las Cortes Españolas para su ratificación. Así recuperaran la independencia que perdieron hace 35 años, y cumplirán con la Constitución. Y que Las Cortes -los partidos políticos- elijan a los 8 que la Constitución les asigna.
Si no lo hacen y dejan que se siga por la deriva que llevamos, la poca independencia que aparentan tener, la perderán totalmente y será una Justicia corrompida en su totalidad, que nos llevará a la tiranía.
Son ustedes Señorías, los que deciden si una Ley es Constitucional o no, o incluso la interpretación para su ejecución. Lo propuesto es totalmente Constitucional, ya que la Carta Magna, en su literalidad, está por encima de cualquier ley que de ella debe derivar. Recuperen la Independencia que les quitaron de forma indigna. Por España y los españoles.
Hasta aquí el artículo.
A veces la solución a un problema es la más sencilla, aunque parezca la más difícil. Como español de a pie, pienso y así lo he defendido siempre, que la solución a la mayoría de los problemas que ahora padecemos, se solucionarían aplicando correctamente nuestra Constitución, ya que desde una mirada que quiere ser objetiva creo que, estos, vienen de haberla manipulado, manoseado, y utilizado de una forma espuria.
Habría que exigir responsabilidades a todos aquellos que han sido y son perjuros por este motivo. Es casi seguro que esto no será posible en este mundo, pero del daño que han hecho a nuestra Nación tendrán que responder en su día. Porque el daño no lo sufre un ente, sino las personas. Así lo creo y así lo espero.