El sanguinario etarra José Javier Arizcuren Ruiz 'Kantauri' ha sido uno de los últimos beneficiados por el Gobierno de Pedro Sánchez, que le deja salir de la cárcel de Pamplona a diario, un establecimiento penitenciario todavía dependiente del Ministerio del Interior (las cárceles vascas no lo son, tras el traspaso de competencias, en pago por los servicios de EH Bildu y PNV a su investidura). 

Lo ha denunciado el Colectivo de Víctimas del Terrorismo (COVITE), en una nota de prensa, en la que especifica que 17 presos de ETA están acogidos al artículo 100.2 del Reglamento Penitenciario, que permite a reclusos en segundo grado acceder a beneficios propios del tercer grado, como salidas diarias o más permisos, sin haber obtenido aún el tercer grado. 

Esta medida debe aplicarse con carácter excepcional y debidamente justificado, lo cual no se está cumpliendo, asegura COVITE, que ha obtenido esta información del Juzgado de Vigilancia Penitenciaria de la Audiencia Nacional. «Todos los presos de ETA que han accedido al 100.2 están también vinculados a la izquierda abertzale y son exhibidos recurrentemente como héroes. Esta es otra ramificación más del fraude que se está acometiendo con los presos de ETA para cumplir a rajatabla con la última exigencia de ETA que falta por cumplir de este final de ETA negociado que estamos viviendo: “vaciar las cárceles” de sus presos sin exigirles arrepentimiento y con trampas al Estado de Derecho».

Entre esos 17 presos se encuentra el citado Kantauri, cuyo 'currículum' de sangre es pavoroso: fue quien ordenó el asesinato de concejal del PP Miguel Ángel Blanco. También se le atribuye la orden de asesinar al concejal del PP y presidente de ese partido en Guipúzcoa, Gregorio Ordóñez, así como a Alberto Jiménez Becerril, y su mujer Asunción García Ortiz, y al sargento Miguel Angel Ayllón Díaz-González en Córdoba. 

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Como decimos, se trata del pago de Pedro Sánchez a EH Bildu por haberle hecho presidente del Gobierno, pese a haber asegurado antes que nunca iba pactar con los herederos de ETA. 

 

En la misma línea, la Asociación de Víctimas del Terrorismo (AVT) denunció recientemente que el Gobierno vasco ya ha superado la barreda de los cien terceros grados a presos de ETA.