Rueda de prensa tras el Consejo de Ministros del martes 14. La portavoz, Isabel Rodríguez nos cuenta unas subvenciones anodinas en las que se recrea una y otra vez, porque hay que demostrar que el Gobierno hace algo. Esa mujer acaba de empezar y ya se está pagando.

La estrella del momento era la vicepresidenta Teresa Ribera y las medidas para reducir la tarifa de la luz. Al final, el Gobierno se ha visto obligado a reducir la tarifa reduciendo impuestos, pero de forma gradual y, sobre todo, temporal. Ahora bien, aún no es suficiente.

El Estado perderá 2.500 millones hasta fin de año, pero las eléctricas mucho más de 2.500 millones, sólo por el topaje del gas

La mentira de fondo de todo este fregado: las energías verdes son las más baratas. La caradura de Sánchez: fue Zapatero quien introdujo las subvencionadas y carísimas renovables y José Manuel Soria quien intentó ponerle coto: subiendo los impuestos a la energía e intentando reducir las generosísimas subvenciones del PSOE a la energía verde… que no era la más barata sino la más cara.

Y otra mentira más del mentiroso Sánchez (más mentirosa que su vicepresidente, Teresa Ribera-: el PP le colocó un impuesto al autoconsumo. Mentira. Lo que hizo Soria fue promocionar el consumo pero decirle a quien colocaba una placa en su casa que tendría que pagar algo del coste que supone enlazar su placa a la red.

En cualquier caso, lo que ha hecho Teresa Ribera es lo siguiente: bajar los impuestos, no mucho, con lo que se supone que el Estado perderá unos 2.500 millones en impuestos. Ojo, de forma temporal porque en principio Ribera sueña con que el precio del gas remite en la próxima primavera y volver a subir los impuestos.

Pero, la parte del león correrá a cargo de las empresas. Sólo en el gas las compañías tienen asegurado un coste de 20 euros megavatio. A partir de ahí las ganancias, en esto sí, extraordinarias, dejarán de serlo. Por tanto, fuentes del sector aseguran que la minoración de ingresos pueden duplicar y hasta triplicar esa cantidad. Todavía no han recibido el borrador del decreto, pero lo que saben les ha echado a temblar y repiten un calificativo: expropiatorio. Así, Endesa, en la recta final de la sesión, caía un 5%, mientras Iberdrola lo hacía en 1,8 (es más, internacional) y a Naturgy le sostenía la lucha de precios provocada por la Opa, en un 0,7%, con un Ibex que en ese mismo momento anda en positivo: 0,6%. Mucho me temo que esto sólo es el principio.

Y eso suponiendo que los tribunales acepten las medidas del Gobierno

Y ahora vemos si, además, los tribunales aceptan un decreto expropiatorio, que cambia la reglas del juego, no a mitad de partido sino a mitad del Ejercicio.

Y encima, Ribera no se plantea modificar el sistema de formación de precios de la energía, que sí es posible al margen de Europa, ni un plan de Gaulle, que permita una energía a precios capaces de permitir a la industria competir.

En resumen, lo que hoy ha hecho el Gobierno es un palo expropiatorio a las eléctricas… que sólo reducirá temporalmente la tarifa de la luz. Un fracaso cantado.

Y al fondo, insisto, la obsesión ecológica, convertida la ecología en una religión… y quizás sea este el problema. Repitan conmigo: lo verde es caro, muy caro, y a lo mejor hay que apostar por lo verde, pero mientras quede claro que es caro. Pero es que, además, en el caso español, el principal fallo del Gobierno ha sido acabar con la energía nuclear. Si sigue adelante el cierre, lo pagaremos muy caro.

La mentira de fondo: las energías verdes son las más baratas. La caradura de Sánchez: fue Zapatero quien introdujo las subvencionadas y carísimas renovables y José Manuel Soria quien intentó ponerle coto

En cualquier caso, las eléctricas amenazan con cerrar las nucleares y poner en evidencia el gran error de Teresa Ribera en política energética.