'Pa' entendernos: el último informe de la OCU sobre la más que presunta filtración de datos de un ciudadano particular por parte del Excelentísimo Señor fiscal General del Estado, concluye algo de lo más prosaico: que don Álvaro, el precitado fiscal general, obró de mala fe, no para cumplir la ley, para eso no hacía ninguna falta, sino para fastidiar a la adversaria política de su jefe: una tal Isabel Díaz Ayuso.

Ahora bien, dimitir no va a dimitir porque Sánchez no puede permitirse ni una dimisión más, ni un cambio más... y porque el Sanchismo chapotea en la impunidad desde un mes después de llegar Sánchez a Moncloa. Por tanto, habrá que juzgarle, ahora bien, con la injusta lentitud del sistema judicial español, el caso García Ortiz puede seguir en instrucción hasta las próximas generales, que Sánchez alargará, en venenosa y disolvente legislatura, hasta el 2027, si puede. 

Es decir, necesitamos que pase a juicio oral cuanto antes. Datos para dar por concluida la instrucción hay de sobra y hay que evitar que don Álvaro juegue a retrasar el juicio todo lo que sea posible. 

En cualquier caso, políticamente, Álvaro García Ortiz ya está 'condenado' por los informes de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil. Por cierto, Marlaska, ¿qué haces? ¿Por qué no has puesto orden en la UCO? Seguramente, es iun nido de ultras con tricornio.

¿Es que, al final, todo va a tener que resolverlo Conde-Pumpido?