Los hechos parecen simples pero tienen su enjundia. Tele 5 se dispone a acariciar a la actual Casa Real, deseosos como están Borja Prado y Paolo Vasile de acercarse a La Zarzuela, tras la marcha de Sonsoles Ónega, la amiga del alma de la Reina Letizia, a Atresmedia. 

Así, Mediaset España ha preparado un especial sobre el quincuagésimo aniversario de doña Letizia Ortiz, que, pueden creerme, no va a resultar extraordinariamente agresivo con Su Majestad consorte. 

Es curioso, se acusaba a Juan Carlos I de utilizar su influencia para conseguir favores, algo que no hace su hijo. En efecto, es su nuera, con la que siempre se llevó como el perro y el gato, quien ahora imita al suegro y utiliza sus influencias para favorecer a las amigas... y a sí misma. 

Por pura casualidad, la misma cadena. Tele 5, prepara un libelo demoledor contra Cristina de Borbón, que lleva por sugerente título "Cristina de Borbón, rota de amor". Entre nosotros, que la mujer cuya fidelidad a su esposo, Iñaki Urdangarín, que en menudo lío le metió y que le ha pagado con un adulterio impropio -muy fino, eso de 'impropio'- resulta ser la mala de la película mientras la actual reina consorte, con quien doña Cristina se lleva a matar, es la buena.

Sí, ha sido doña Letizia quien ha colocado en Atresmedia a su amiguísima Sonsoles Ónega, al igual que es doña Letizia una de la grandes valedoras del padre de Sonsoles, Fernando Ónega, que ya hasta retransmite los funerales masónicos por las víctimas de la pandemia, ceremonias que, con no poco entusiasmo y presencia de ánimo preside Su Majestad el Rey, Felipe VI.

Una monarquía sin principios, a veces decididamente inmoral, es lo que necesita un republicano como Pedro Sánchez y sobre todo, es lo que necesita un presidente ególatra, que no admite otro Rey que a sí mismo

Sí, doña Letizia quería a Sonsoles en Atresmedia y esta ha abandonado Tele 5. Ha abandonado el canal preferido de Pedro Sánchez. Preferido, no porque no le guste La Sexta, que gusta y mucho en Moncloa. Lo que no le gusta tampoco es Antena 3: el único que le desagrada es Vicente Vallés, que es también un progre, ciertamente, pero al que le divierte zaherir con sarcasmo a don Pedro, y don Pedro es, ante todo, un ególatra al que no le gusta ser blanco de sarcasmos.

Ahora bien, ¿qué relación tiene lo uno con lo otro? Pues sencillo: Pedro Sánchez necesita una monarquía dócil, sumisa, que no ponga pegas a su gobierno guerracivilista. Para eso, precisaba romper las relaciones entre padre e hijo, entre Juan Carlos I y un Felipe VI, y eso ya lo ha conseguido. 

A más a más, ahora precisa que el actual rey siga siendo un monarca débil, lo más dócil posible, que no se atreva a encargar la formación de Gobierno a otro que no sea Sánchez... como no se atrevió en noviembre de 2019, cuando la operación Borrell.  

Por decirlo así: Atresmedia no es un entusiasta de Sánchez pero tampoco de la monarquía. Tele 5 es un entusiasta del Sanchismo pero quiere mantener una buena relación con la parte más progresista de la Casa Real, es decir, con doña Letizia. Atresmedia defiende al actual monarca mientras no pretenda ejercer como jefe del Estado. Tele 5 va más allá: es el mamporrero que arremete contra la Casa Real de antes, la de Juan Carlos I y la de sus hijas, esas que no dudan en viajar a Abu Dabi para visitarle, mientras defiende de forma hortera a la nueva Casa Real, más a doña Letizia que a don Felipe... y siempre que este se porte de forma progresista, o sea, decente... y no pretenda ejercer como Rey de España. Aquí el único rey es Pedro Sánchez.

Si Felipe VI no es capaz de poner orden en su casa, ¿cómo va a poner orden en España?

Por otra parte, doña Letizia ha pasado de ser una consorte fuera de control a tener controlado todo lo que pasa dentro y fuera de La Zarzuela. En especial, la educación de su hija Leonor, que así nos está saliendo -new age-, educada en un colegio, asimismo masónico. 

Mientas la pareja reinante continue por ese camino, que recorre con entusiasmo doña Letizia y con resignación don Felipe VI, a lo mejor no hay que forzar la III República. 

Y en cualquier caso, lo más importante: una monarquía sin principios, a veces decididamente inmoral, es lo que necesita un republicano como Pedro Sánchez y sobre todo, un presidente ególatra, que no admite otro Rey que a él mismo.

A fin de cuentas, si Felipe VI no es capaz de poner orden en su casa, ¿cómo va a poner orden en el país?

En el entretanto, modelo Tele 5: loas a doña Letizia, palos a doña Cristina.