No sé si es muy devota y sinceramente, no me interesa, pero ha denunciado la ideología de género desde un planteamiento cristiano, con una brillantez que demuestra el genio femenino, del que hablaba San Juan Pablo II, una brillantez de lo concreto, sólo apta para mujeres, que visibiliza las cuestiones más abstrusas porque no sólo piensa lo que dice: lo vive. 

Insisto, no sé si es muy pía pero es una política cristiana. Con Meloni se hace realidad, sólo que al revés, aquella anécdota del precitado Karol Wojtyla. Alguien le hablaba un día de un novelista polaco como ejemplo de escritor católico. El cura Wojtyla respondió. No, no es un escritor católico, es un católico que escribe. 

Pues eso, que no sé si Meloni es muy pía, pero es una política católica -y condenadamente inteligente-.