San Eulogio: "Será mejor que me condenes a muerte. Soy adorador de Cristo, hijo de Dios e hijo de María, y para mí vuestro profeta es un impostor"
A mi pobre San Eulogio le siguen utilizando de comodín en el Santoral: una vergüenza. Me voy a quejar al Papa. Algunos aún le sitúan el 11 de marzo, fecha de su martirio, y otros santorales me lo adelantan al 9 de enero, mismamente hoy.
San Eulogio de Córdoba fue uno de los hombres más inteligentes mas´sabios y documentados de su tiempo (800-859). Vivió en la Córdoba de los Abderramanes, que entonces ya era la capital del mundo, controlada por unos musulmanes más bien fanáticos. No, 'musulmán fanático' no es una reiteración aunque en muchos periodos históricos y en muchos espacios actuales, lo haya sido y lo sea. Por eso es tan difícil el diálogo entre cristianismo e islam. Uno se guía por el amor, el otro sólo por la fe. Recuerden: los demonios también creen en Dios y, sobre todo, para un musulmán llamar padre a Dios es una blasfemia.
'Musulmán fanático' no es una reiteración aunque en muchos periodos históricos y en muchos espacios actuales, lo haya sido y lo sea
No es cierto que Eulogio de Córdoba animara a los jóvenes a blasfemar contra Mahoma. Lo que sí es cierto es que animó a los jóvenes a ser coherentes con su fe. La misma actitud que San Eulogio hubiera adoptado en el siglo XXI... o no sería santo. Hoy, 1.200 años después Eulogio hubiera vuelto a predicar que lo más prudente para un cristiano es optar por morir antes que negar al Creador que le ha dado su vida.
Y no, Eulogio no animó a los jóvenes a blasfemar de Mahoma sino a decir la verdad... aunque la verdad te acarree la muerte. Los cuadros le presentan arrebatado, como si se tratara de un iluminado. Todo lo que sabemos de él y de su obra, que no es poco, implica justamente lo contrario. Era un intelectual de fuste, como tal, amigo de los pormenores y matices. Pero coherente.
Y predicó con el ejemplo, cuando, hecho preso por las autoridades musulmanas, estás intentaron atraerse al gran intelectual, para destruir la coherencia de los mártires de Córdoba, y tras mucho tiempo encarcelado, Eulogio respondió al cadí:
-Será mejor que me condenes a muerte. Soy adorador de Cristo, hijo de Dios e hijo de María, y para mí vuestro profeta es un impostor.
Que no, que los mártires no van voluntariamente al martirio, pero sí están dispuestos a ser martirizados. No son suicidas, son amantes. Y el martirio para un católico del siglo XXI se llama coherencia.