Es hijo de padres marroquíes, su padre padre emigró a España en los 90, por lo tanto, pertenece al colectivo de inmigrantes de segunda generación y, en su caso, Omar El Hilali, futbolista de El Espanyol, demuestra que sí está integrado en el país que lo ha acogido. Por declaraciones como esta: “La persona que no venga a trabajar no queda otra opción que deportarla, porque mancha la imagen del resto de inmigrantes”.