• Enrique Gimbernat (El Mundo) llega mucho más allá de Marta Rivera (C's).
  • En un artículo, demuestra la manipulación feminista sobre este asunto.
  • Se detiene al varón sin prueba alguna, sólo por la acusación de la mujer.
  • Significativo que la mayor parte de las causas no lleguen a juicio oral y sean sobreseídas previamente.
  • Es decir, que las mujeres mienten, aprovechando una ley que les otorga "un poder omnímodo".
El jurista Enrique Gimbernat (en la imagen), catedrático de Derecho Penal y miembro del equipo editorial de El Mundo, se ha atrevido a poner en solfa la estafa, la gran mentira de la violencia machista y su manipulación política e ideológica. Lo ha hecho en un artículo publicado el miércoles en El Mundo. Merece la pena leerlo. Al parecer, no soy el único que se ha sentido asombrado por la demagogia lanzada por los de PP, PSOE y Podemos contra la candidata de Ciudadanos, Marta Rivera, para quien una mujer que practica la violencia contra un hombre no debe recibir un trato de favor respecto al hombre que practica violencia con la mujer. Pues aunque les parezca mentira esta tautología ha servido para crucificar a Rivera. El espantajo feminista da para mucho y sobre Ciudadanos ha caído toda la parafernalia de insultos desde la izquierda y la derecha. Pues bien, Gimbernat va mucho más allá que Rivera. Y hace bien, porque la candidata llegó sólo al mínimo. Gimbernat recuerda que se detiene al varón por la acusación de la mujer, sin diligencia alguna y sin que ésta tenga que probar nada. Simplemente dice que la ha pegado y al hombre le sacan de su casa y le meten en prisión. Más pruebas de que las mujeres mienten y utilizan la violencia machista para vengarse del hombre y/o para quedarse con hijos y patrimonio: sólo una mínima parte de las acusaciones acaban en juicio oral. La mayoría -se han manejado cifras más amplias de las de Gimbernat para Andalucía, pero las autoridades se niegan a facilitarlas- son sobreseídas antes. ¿Y por qué los varones no denuncian a posteriori la estafa, mentira y burla de la que han sido objeto, al ser acusados falsamente? Pues, en primer ligar, digo yo, porque están los hijos por medio y porque suelen quedar exhaustos o ya se han suicidado. En segundo lugar, dice Gimbernat, "porque ese delito de acusación y denuncias falsas requiere un impulso procesal del Ministerio fiscal o del inocente al que sólo se acude en casos excepcionales". Y todo esto es lo que el grandísimo majadero de Pedro Sánchez, del PSOE, o el otro grandísimo cobarde, el ministro de Sanidad del PP, Alfonso Alonso, dicen que se precisa un pacto de Estado para endurecer las penas contra los maltratadores machistas. ¡Hay que tener jeta! Enhorabuena Enrique Gimbernat, eres un tipo valiente, algo más importante que ser catedrático. Eulogio López eulogio@hispanidad.com