Telefónica enviará a casa a sus trabajadores a partir de los 53 años. Podrían ser más de 4.500. Ojo, por cada prejubilado, que eso es lo que es, la Compañía se compromete a contratar dos jóvenes. Y a los que se van a casa se les pagará la Seguridad Social hasta el momento de su jubilación.

Pues a pesar de ese compromiso, no sé por qué resulta tan impensable reciclar a un trabajador. Aunque no sea nativo digital. Prejubilar -o las bajas incentivadas, que a estos fectos viene a ser lo mismo- es como quemar -o cerrar- bibliotecas. ¿Por qué toda la experiencia de un trabajador se tiene que ir al garete?

La parte buena del plan de Telefónica consiste en convertir a trabajadores de las contratas externas en internas. Así se precariza menos el empleo.

Y no contribuye mucho a mantener la Seguridad Social

Y aunque la empresa pague la Seguridad Social del trabajador que se queda en casa, las prejubilaciones no contribuyen demasiado a mantener la Seguridad Social ni el respeto a nuestros mayores ociosos. Simplemente supone una pérdida de capacidad salarial para el trabajador… ¡y también para las SS!, si van acompañadas -y suelen ir- de un periodo de desempleo hasta enlazar con la jubilación.

En cualquier caso, ¿por qué tirar la experiencia a la basura?

Además, un adulto ocioso no es la visión más respetable de todas.