• El gran engaño de las pensiones: no sólo es insostenible el sistema de pensiones, también el sanitario.
  • O como aseguraba Antonio Huertas: el sistema es viable pero con pensiones más bajas: una interesante tautología.
  • Para ser claros: sólo se podrán pagar las pensiones y la sanidad si tenemos hijos, si rejuvenecemos la población.
En cuanto los políticos no saben qué hacer ante un problema abren un periodo de reflexión y diálogo. La enésima convocatoria del Pacto de Toledo sobre las pensiones viene marcada por un problema insoluble: pagar las pensiones. O como asegura, en feliz tautología, el presidente de Mapfre, Antonio Huertas: el sistema es sostenible, sólo que reduciendo las pensiones. Habrá que insistir en la raíz del engaño: el problema de las pensiones no es económico, es demográfico. Llevamos dos generaciones sin tener hijos, ni tan siquiera para cubrir la tasa de reposición (2,1 hijo por mujer en edad fértil) y la medicina, cada vez más gravosa nos ha alargado la vejez, en lugar de alargarnos la vida. Por tanto, el gasto en pensiones y el gasto sanitario, ambos dos, se han disparado. No hay manera de hacer sostenible el sistema por muchos acuerdos a los que lleguen los partidos políticos. Se mantendrán altísimas las cuotas sociales y los empresarios no contratarán más trabajadores fijos que los estrictamente indispensables para continuar ganando dinero. Seguiremos con salarios bajos y comiéndonos cualquier hucha de pensiones que haya podido ahorrarse en tiempos de bonanza. Dicho de otra forma: si quieres vivir hasta los 90, trabaja hasta los 70… y ten muchos hijos de 30. ¿Son los políticos culpables de esto? No, lo somos todos por no tener hijos y por presionar sobre el sistema sanitario de forma sangrante. Y ahora mismo sólo caben dos soluciones: tener más hijos y trabajar más años jubilarnos más tarde. ¡Ah! Y reducir las prestaciones sanitarias, ponérselo más difícil a los blanditos. Y si no… pues no hay solución. Eulogio López eulogio@hispanidad.com