• O bien aumentar los impuestos. Las dos propuestas exigen valor en un político.
  • O bien aumentar la deuda para las próximas generaciones. Eso tiene un sólo riesgo: la quiebra absoluta.
España tampoco cumplirá los objetivos de déficit fiscal para 2017. Lo ha dicho Bruselas en la mañana del martes. Para entendernos, si quieres resolver el déficit presupuestario puedes hacer tres cosas:
  1. Reducir las prestaciones públicas (ningún político se atreve a hacerlo).
  2. Aumentar los impuestos (la izquierda sí quiere porque está chiflada), la derecha dice que no quiere pero va y lo hace.
  3. Aumentar la deuda, es decir, cargar el peso del déficit sobre la siguiente generación. Los políticos lo hacen con total desvergüenza pero no se pueden pasar si no quieren arriesgarse a una bolsa de deuda y a una quiebra.
Lo lógico es lo primero, que es lo menos liberticida. Si hay que reducir las prestaciones públicas, hay que aumentar la edad de jubilación, hay que reducir las prestaciones sanitarias no esenciales y las subvenciones educativas no esenciales. Porque en eso se nos va la cuarta parte del presupuesto, por si alguien lo había olvidado. Eulogio López eulogio@hispanidad.com