- O mediante un tonto útil como Pedro Sánchez, claro está.
- El problema es que hasta sus votantes más entusiastas empiezan a sospechar.
- Sospechan que Pablo Iglesias sirve para cabrearse pero no para gobernar.
El fenómeno
Podemos es demagogo pero no populista (aunque su origen próximo fuese el 15-M). Más bien, resulta una búsqueda desesperada de retrotraerse al viejo comunismo a costa de
demagogia.
Y claro, el
comunismo siempre empieza en mentira. Siempre.
Me comentan que ese gran estratega -sí, es coña- de Podemos llamado
Juan Carlos Monedero anda muy preocupado con la marcha del partido.
Asegura, entre bromas y veras, que si no encuentran otro tonto como
Pedro Sánchez en el PSOE no parece que
Pablo Iglesias pueda llegar a La Moncloa. Salvo que volvamos a la calle…
Sí, medio en broma medio en serio pero ya se sabe que cuando haces política en la calle es posible que acabes a cantazo limpio.
El problema es que hasta sus votantes más entusiastas empiezan a sospechar. Sospechan que Pablo Iglesias sirve para cabrearse pero no para gobernar y roerse el hígado, y para insultar desde la tribuna de la Cortes, buen sitio para el improperio.
Porque claro, hasta los que desean que en el Congreso acaben a torta limpia, tienen un cierto miedo de que el ignorante pedantón de Pablo Iglesias alcance el poder.
Eulogio López
eulogio@hispanidad.com