Javier Ortega Smith
Tenía que ser el ‘divino’ Javier Ortega Smith, secretario general de Vox, quien realizara una crítica tan grosera al Arzobispo de Madrid, Carlos Osoro. Motivo: el cardenal repitió las palabras del Papa Francisco respecto a la inmigración: crear puentes y no muros.
La salida de pata de banco del inefable Javier Ortega, planteó dos argumentos muy profundos contra la inmigración. A saber:
1.Que el Vaticano acoja a todos los inmigrantes, dado que tiene un muro que le salvaguarda
2.Que los curas se encarguen de las cosas de Dios (es decir, que no salgan de la sacristía y que cierren su infame bocaza).
El secretario general de Vox pretende a los curas en la sacristía y a Cristo encerrado en la conciencia… sin que ni los unos ni el Otro salgan a la calle
Empezando por el final: mire usted señor Ortega, los emigrantes son ‘cosas’ de Dios, como lo son el resto de los seres humanos y todo cuanto les concierne. Lo de “nada humano me es ajeno" se lo atribuyó a un hombre pero sólo de Dios podía salir. Usted lo que quiere es lo mismo que quiere Pedro Sánchez: los curas en las sacristías y Cristo en la conciencia individual de cada cual, censurados el uno y los otros.
Ortega Smith: no digas estupideces. Verás: Vox no puede convertirse en un partido obsesionado con la inmigración.
No me gusta este lenguaje pero resulta bastante útil: Vox se divide en fachas y carcas. Carcas son los tradicionalistas, los católicos, mientras que fachas son los que se ciñen a la unidad de la patria. Abascal era más fachas que carca pero está evolucionando hacia lo que El País llamaría carcundia. Es decir, hacia la defensa de los valores cristianos que, en la vida pública, no son otros que los derechos del hombre. Los primeros, los de 1948, los de verdad.
Francisco tiene razón cuando habla de acoger al inmigrante. Otra cosa es la caradura de cierta migración actual, sobre todo musulmana. Pero el Papa tiene razón
Verás Javier: Francisco tiene razón cuando habla de acoger al inmigrante. Otra cosa es la caradura de cierta migración actual, sobre todo la musulmana. Pero el Papa tiene razón como principio: hay que acoger al que lo necesita.
Lo cual no es incompatible, sino complementario, con exigir a los inmigrantes, especialmente a los musulmanes, pero también a los chinos y orientales, a todos, que respeten al país que les acoge… por las buenas o por las malas.
Así tiene una función para Vox, no arremetiendo contra el Papa o contra el obispo Osoro. Entre otras cosas, porque Vox será cristiano o no será. Si se convierte en una nueva opción de derecha pagana o de derecha tibia… entonces no necesitamos a Vox para nada: ya tenemos a Cs y al PP. También ellos creen en la unidad de España. Sólo que no saben responder a esta página: ¿Unidad alrededor de qué? Y sólo hay una respuesta: unidad respecto a su origen, que es la fe cristiana.