En los últimos días estamos recibiendo noticias sobre sucesos que han dado pie a debates en torno a la violencia de género, la ley o la protección de los menores.

Hablamos del caso de las pequeñas Anna y Olivia, de 1 y 6 años, cuyo padre decidió acabar con su vida para causar el mayor dolor posible a su expareja, la madre de las niñas. O de la pequeña Yaiza, de cuatro años, a quien, esta vez fue su madre quien acabó también con su vida por la misma razón que Tomás Gimeno, el padre de Anna y Olivia, para hacerle daño a su expareja, el padre de la niña.

Y en el entretanto, un hombre es detenido en Motril (Granada) por un posible caso de violencia de género. El detenido, que fue precisamente quien efectuó la llamada y que negó cualquier episodio de violencia desde un principio, queda por tanto exculpado. El cuerpo de la mujer, que apareció muerta en el sofá de su casa, presentaba pequeñas heridas leves, que sin embargo no estaban relacionadas en ningún caso con la muerte. De hecho, la detención de su compañero fue de modo preventivo ante el posible resultado de las pruebas que realizase el Instituto de Medicina Legal.

Dado que no hay indicios de criminalidad, su pareja sentimental será puesto «a la mayor brevedad posible en libertad». Pero, hasta este momento en el que se decide que será puesto en libertad, el varón ya ha sido detenido y juzgado por políticos y por otros sectores de la sociedad. Por ejemplo, Íñigo Errejón se apresuró en Twitter a calificar el hecho como caso de violencia machista.

Errejón ok

Será porque lo tienen tan claro algunos de nuestros políticos por lo que la ministra Irene Montero se lanza a pedir una "justicia feminista". Señora Montero, ¿se adaptará/modificará esa justicia a los casos en los que los acusados lo sean en falso? Porque todo acto, tiene consecuencias. Y si no, que se lo digan a la pareja de la mujer de Motril que como recuerdan muchos internautas, falleció por causas naturales.

Motril 2
Motril
Motril 3