- Y no contamos los arrejuntados porque no son 'contables'.
- Por segunda vez, más muertes que nacimientos.
- No sabemos si estamos en la España vieja o en la España muerta.
- Necesitamos promocionar la natalidad: o salario maternal o colapso social.
Lo primero:
no estamos en la España vieja, estamos en la España muerta. Al menos, agonizante.
Aunque los chicos del FMI (hay que ser lelos)
aseguren que el envejecimiento de la población no es una variable económica, lo cierto es que sin juventud ni hay crecimiento ni hay Estado del Bienestar,
la prioridad debería consistir en incentivar la natalidad, sobre todo a través de ayudas a la familia -no desgravaciones, ayudas- y especialmente a través de un
salario maternal, vigente en otros países. Y
si no hay salario maternal no habrá hijos, salvo que la mujer quiera dedicarse al hogar y a los hijos (sería estupendo pero no las veo muy dispuestas). Por tanto, necesitamos un
salario maternal: pagar a la mujer para tener hijos. Y si no, pues
país de viejos y colapso social y económico.
Porque las cifras dan pánico.
España moribunda… y España pagana y descristianizada. Ejemplo, de cada cinco matrimonios que se celebran en España
sólo uno se realiza ante Dios, por la Iglesia, mientras los cuatro restantes acuden al juzgado o al ayuntamiento. De los arrejuntados no tenemos cifras por razones obvias, porque al menos
en el matrimonio civil hay un compromiso, se supone.
En cualquier caso, hablamos de una
España pagana. Y lo malo es que España no puede subsistir sin la
fe cristiana, es decir, sin su elemento fundacional y nuclear.
Eulogio López
eulogio@hispanidad.com