• Benedicto XVI recordaba que la globalización tiene que crearse bajo el principio de la subsidiariedad.
  • Lo que pueda hacer lo pequeño, que no lo haga lo grande.
  • Porque el Nuevo Orden no quiere una globalización para conseguir un bien común universal.
  • Lo que quiere es un Gobierno mundial dirigido por el NOM.
  • Cuidado: un Ejecutivo global significa jugárselo todo a una sola carta.
Me dice un lector que hablo mucho del Nuevo Orden Mundial (NOM) y no lo defino. Reconozco que es difícil, pero podrá hacerlo así: al NOM se le nota mucho su objetivo de crear un Gobierno mundial. En nombre de la igualdad y la fraternidad naturalmente. Lo cual no deja de ser una contradicción por cuanto el NOM niega a Dios y es condenadamente difícil crear hermanos sin padre. En cualquier caso, la masonería, el NOM, el satanismo, pretende a toda costa un Gobierno mundial, por lo que lo de la globalización les viene de perlas. Benedicto XVI lo dijo muy claramente: "Para no abrir la puerta a un peligroso poder de tipo monocrático, el Gobierno de la globalización debe ser de tipo subsidiario". He aquí la palabra mágica: subsidiario. Lo que pueda hacer lo pequeño que no lo haga lo grande. La subsidiariedad es vital para el cristiano: lo que pueda hacer la familia que no lo haga la empresa, lo que pueda hacer la empresa que no lo haga el Estado. Sólo en la familia, en el ámbito más importante y más nimio de convivencia a la persona se la ve por lo que es, no por lo que aporta. Prodigue el Papa Emérito: "la globalización necesita de una autoridad, en cuanto plantee la consecución de un bien común global. Sin embargo, dicha autoridad debe estar organizada de forma subsidiaria y con división de poderes tanto para no restringir la libertad como para resultar eficaz". Esto último parece un añadido postizo: no lo es. Lo cierto es que lo grande es ineficiente, lo pequeño tremendamente eficaz. Pero, sobre todo, la subsidiariedad: lo grande es incontrolable y provoca tiranías. Hay que tener mucho cuidado con un Gobierno mundial entre otras cosas porque te juegas todo a una sola carta. Ahora piensen en nuestros líderes, muchos de ellos prisioneros o dirigentes de ese Nuevo Orden Mundial (NOM): casi todos ellos interpretan que aquellos que se oponen a un Gobierno mundial son retrógrados. Donald Trump, Brexit, etc. La conclusión parece obvia. No quieren la globalización por eficaz, ni mucho menos con sentido de bien común universal. Quieren la globalización y el Gobierno mundial como instrumento de poder. Eulogio López eulogio@hispanidad.com