Al igual que hizo en la campañas del aborto para la ley homicida de 1985 y luego para la 2010, el diario 'El País' calienta ahora el nuevo objetivo de Pedro Sánchez en cuando sea elegido: una ley de eutanasia.

Por eso, el diario ha publicado la polémica entre el Hospital Príncipe de Asturias de Alcalá de Henares y la familia de una paciente que, por mor de una enfermedad neurodegenerativa –no se especifica más-, sufre paradas cardio-respiratorias y necesita de reanimaciones.

Y aquí viene lo bueno: según “los médicos” sin especificar, no quieren realizan reanimaciones a esta paciente porque eso sería “encarnizamiento terapéutico”, lo cual, ojo al dato, “no figura en los códigos deontológicos”. Claro, campeón, o campeona, en los códigos no se registran las obligaciones concretas de los médicos, entre otras la de una reanimación ante una parada cardiorespiratoria. Pero basta con recordar la idea madre de que si alguien se está muriendo, debes prestarle ayuda.

Por cierto, sorprende que sean los médicos quienes animan la muerte de sus pacientes. Insisto, todos los códigos deontológicos, desde el Juramento hipocrático aquí, tiene un común denominador: el médico está para dar vida no para matar. Más que nada, porque recuerden la vieja frase de Tolkien: “Si no puedes otorgar la vida no te apresures a proporcionar la muerte”. Y ningún médico puede otorgar la vida, sólo ayudar a conservarla.

Esta idea, expresada de una y otra forma, sí figura en los códigos deontológicos. Lo otro, simplemente es no querer tomarse molestias.