or tanto, los israelíes, que luchan valientemente contra un ejército en campo abierto, se ven obligados a destruir los escudos de civiles
El ejército israelí mata a cinco palestinos que se habían escondido en una mezquita en Cisjordania.
Analicemos estas palabras, que tienen enjundia: los cinco palestinos han muerto en Cisjordania, no en Gaza. Lo cierto es que dividir al pueblo palestino entre los moderados de la Cisjordania y los exaltados de Hamás puede ser tan riguroso como incierto. Bajo la Autoridad Nacional Palestina se esconden radicales palestinos dispuestos a eliminar al Estado de Irael y a toda la comunidad judía. Ellos no quieren dos estados, como predica la bobalicona Europa: lo que quieren es eliminar el Estado real.
Además, también hay que reseñar lo que ya hemos dicho en Hispanidad muchas veces: para los árabes, la guerra es una cuestión de familia. Primero golpean, de forma terrorista, y luego se esconden en templos religiosos, hospitales y escuelas. Es decir, se esconde detrás de sus propios hijos, a los que utilizan como escudo frente al enemigo. La culpa de la muerte de niños palestinos la tienen, en primer lugar, sus padres palestinos. Es triste tener que escribir esto… Pero es la pura verdad.
Mientras, el occidental Sánchez aprovecha su viaje a tres países africanos islámicos para lanzar otra diatriba contra los judíos... contra la avanzadilla del Occidente asediado por el Islam
La guerra de los radicales musulmanes es una guerra de cobardes. Por tanto, los israelíes, que luchan valientemente contra un ejército en campo abierto, se ven obligados a destruir los escudos de civiles que se han montado los radicales palestinos para llegar hasta ellos. ¿Quién es el malo?
En el entretanto, el líder occidental Pedro Sánchez aprovecha su viaje a tres países africanos islámicos para lanzar otra diatriba contra los judíos, esto es, contra avanzadilla del Occidente asediado... por lo musulmanes. Enhorabuena, Pedro.