Eduardo Abad preside UPTA, pero exige al ministro Escrivá que apruebe una medida que castiga a la mayoría de los autónomos
El nuevo sistema de cotización que quiere aprobar el ministro José Luis Escrivá supone un golpe casi definitivo a los trabajadores por cuenta propia. Sin embargo, el presidente de la Unión de Profesionales y Trabajadores Autónomos (UPTA), Eduardo Abad, que en su día aplaudió la medida, ahora exige su puesta en marcha casi inmediata, esto es, en 2022, un año antes de lo previsto por el Gobierno.
“Es hora de pasar a la acción y dejar la política de anuncios grandilocuentes”, ha afirmado este lunes. UPTA argumenta que hay más de 700.000 autónomos -de un total de 3,2 millones- que ganan más de 30.000 euros anuales y cotizan por la base mínima. Al mismo tiempo, según datos de Hacienda, hay más de 1,2 millones de autónomos con rentas inferiores al SMI. En otras palabras, que casi el 22% de los autónomos son unos insolidarios que solo piensan en forrarse.
Primero: los autónomos pagan menos cuotas porque reciben menos de la Seguridad Social: no tienen paro ni pueden darse de baja por enfermedad y, al final de su vida laboral, les queda una pensión pública que no alcanza ni para pipas. Ellos lo saben y lo asumen. Prefieren ser autónomos porque eso les otorga una libertad que no tendrían como asalariados.
Además, ¿desde cuándo la solidaridad tiene que ser obligatoria? Porque habrá autónomos que ganen bastante más de 30.000 euros anuales (2.500 mensuales) y coticen por la base mínima. ¿Y qué? En su día recibirán lo que les corresponda, es decir, nada o casi nada.
Y otra cosa: ¿por qué no exigir la supresión de las cuotas a los que ganan por debajo del SMI? Es más, ¿por qué no exigir la supresión de las cuotas a todos los autónomos?
UPTA, organización afín a UGT, señala como una afrenta, además, que casi el 70% de los autónomos ‘ricos’ tienen contratado seguros de ahorro y planes de pensiones privados. Pues claro, porque saben que la pensión pública que tendrán no les dará para sobrevivir. No son, por tanto, ni unos insolidarios ni unos tacaños, por mucho que le duela al señor Abad.
Y la última perla: “Parece que las presiones de organizaciones que no representan el interés de las personas trabajadoras autónomas están detrás de esta ralentización”, ha afirmado. ¿A quién se refiere? ¿A ATA, la asociación que lidera Lorenzo Amor que se ha opuesto al nuevo sistema, y que representa a más del 60% de los autónomos?
¿UPTA está con los autónomos o contra ellos? Esa es la pregunta.