Sr. Director:
Precisamente, el lunes 27 de mayo se hacía público el mensaje del Papa para la Jornada Mundial de los Migrantes y los Refugiados que se celebrará el próximo septiembre. Francisco señala con dramatismo que no se trata solo de los migrantes sino de nuestros miedos, de nuestra humanidad, de muestra capacidad de construir la ciudad de Dios y de los hombres combatiendo “el gran engaño de un modelo de progreso construido sobre la explotación de muchos”. Se trata, en definitiva, de afrontar lo que el Papa denomina la “globalización de la indiferencia”, en el marco de una cultura del encuentro. En ella se encuentra inmersa la Iglesia española con diversas iniciativas que llegan hasta las parroquias y las familias que voluntariamente están ofreciendo sus hogares a quienes buscan refugio. Como dice el Papa, la palabra de Dios es capaz de encender los corazones y de abatir muros de división