Sr. Director:
Existe una tendencia ideológica laicista reaccionaria en el Occidente Europeo, lo que no acontece en EE.UU. que reduce la religión a un sentimiento íntimo y personal que no debe tener reconocimiento en la esfera pública, porque representaría una necesidad secundaria, que no está entre los rasgos esenciales y constituyentes del ser humano.
Se llega a sostener incluso que la religión sería la expresión de ciertas necesidades subjetivas que son objeto de análisis psicológicos o sociológicos y que no deben ser admitidas en la controversia científica porque no son susceptibles de verdad.
Pero como afirma el prestigioso científico y teólogo Pannenberg, ningún factor constitutivo de la realidad humana, como es la dimensión religiosa esencial, se deja expulsar de la conciencia humana sin que surja con el tiempo secuelas destructivas para la integridad individual.
Aquí puede estar la causa de la pérdida de legitimidad de las instituciones sociales en todos los sistemas políticos y las deformaciones neuróticas de muchas personas. No faltan analistas claramente sectarios que ven en la religión factor relacionado con la violencia debido a los ataques, a los asesinatos en Inglaterra o en el mundo islamista en general y más en Egipto como el asesinato reciente de cristianos coptos.
En Asturias aún tenemos memoria de los mártires asesinados por motivos no políticos sino por odium fidei, como los mineros de Nembra o los jóvenes seminaristas de Oviedo. Nunca en la milenaria historia de Asturias, (que jamás fue tierra de Al Andalus como el yihadismo terrorista llama a España y quiere reivindicar) se persiguió a la Iglesia Católica con tanta saña destructiva y martirial como en los años 34 y 36 de siglo XX por el totalitarismo marxista stalinista. En la magnífica iglesia románica de Villanueva (Teverga) restaurada con gran primor se conservan agujeros de las balas disparadas contra el techo del altar.
El Papa Francisco en su Reciente viaje a Egipto ha hablado muy claro sobre estos temas, cuando afirma: "Se trata de un mensaje muy actual, frente a esa paradoja peligrosa que persiste en nuestros días, según la cual por un lado se tiende a reducir la religión a la esfera privada, sin reconocerla como un dimensión constitutiva del ser humano y de la sociedad y, por otro, se confunden la esfera religiosa y política sin distinguirlas, adecuadamente".
Más contundentes son las palabras del Papa Francisco frente a la utilización de la violencia por motivos religiosos. Así afirma contra los que afirman que la religión es causa de violencia; "la religión no es un problema sino parte de la solución. Nunca una religión revelada y vivida desde un corazón sincero de la persona puede ser causa de violencia o justificación terrorista. La violencia de hecho, es la negación de toda auténtica religiosidad.
Fidel García
Menos llorar y más ayudar. Es el Rey quien debe acudir a Valencia, no Sánchez ni Feijóo
31/10/24 06:50