Sr. Director:

Estos tres acontecimientos que ya son centenarios y están íntimamente relacionados, motivaron un cambio en  el rumbo de a Humanidad: La Revolución Comunista en Rusia en 1917; las Apariciones de la Santísima Virgen en Fátima también en 1917 y el establecimiento de La Legión de María el día 7 de Septiembre de 1921, vísperas del Nacimiento de la Santísima Virgen en Dublín (Irlanda). La Santísima Virgen en Fátima anunció el peligro que amenazaba al mundo, el Comunismo.  Frank Duff, fundador de La Legión de María, declaró que fue una inspiración de la Santísima Virgen la que motivó la fundación de La Legión de María. para establecer un Ejército que luchase contra el desafío  que la serpiente infernal que había provocado  con la revolución comunista y para servir a la Iglesia en su perpetua lucha contra el mundo y sus malignas potestades, acaudillados por “Aquella que es bella como la luna, brillante como el sol, y para Satanás y sus huestes, temible como un ejército en orden de batalla: María Inmaculada Medianera de todas las gracias.” Para hacerse dignos de su excelsa y celestial Reina mediante su lealtad, sus virtudes y su valentía, se han organizado a modo de ejército, tomando como modelo en particular la Legión de la antigua Roma.

La Legión de María ha hecho suya la terminología de la Legión Romana; pero, a diferencia de ésta, ni sus huestes ni sus armas son de este mundo. El espíritu de La Legión de María es el de María misma: humildad, sumisión, dulzura angelical, continua oración, su absoluta mortificación, su inmaculada pureza, su heroica paciencia, su celestial sabiduría, su amor a Dios, intrépido y sacrificado, pero sobre todo, su fe: esa virtud que en Ella, y solamente en Ella, llegó hasta su más alto grado, a una sublimidad sin par. Animada la Legión con esta fe y este amor de María, no hay empresa por ardua que sea que le arredre; ni se queja ella de imposibles, porque cree que todo lo puede. He tomado estas breves notas del Manual oficial de la Legión de María, pero es imposible describir en unas pocas líneas lo que es La Legión de María, en la cual he participado activamente 50 años. Es la mayor asociación de apostolado seglar de la Iglesia Católica, y actualmente forman este ejército invencible, más de 33 millones de miembros.

Con motivo del coronavirus estamos atravesando por una crisis, no por la gravedad del virus, sino por la falta de fe de los cristianos, y ya va siendo hora de que despertemos de nuestro letargo y nuestra mediocridad y volvamos a la fe que hemos recibido de nuestros mayores y que hemos abandonado, Amor a Dios sobre todas las cosas y acudir y venerar a nuestra Madre Celestial, si lo hacemos comprobaremos que nuestro miedo al virus es una consecuencia de nuestro abandono de la vida religiosa, del abandono de la oración y de recibir los Sacramentos que contienen y dan la Gracia Santificante, es decir, de participar de la Vida Divina. La Santísima Virgen no hace promesas falsas y da una fe y una certeza indestructible en sus fieles y devotos soldados, y por tanto esperamos que pronto se cumpla la promesa que hizo en Fátima: “Por  fin mi Inmaculado Corazón triunfará.” Y con esa certeza y esperanza en nuestra vida reinará la paz, la seguridad, la ilusión, la esperanza. Por tanto de temor y pánico nada de nada.