Sr. Director:

He llorado y no me avergüenzo de manifestarlo por los jóvenes, por que les hemos abandonado, les hemos privado del mayor tesoro que puede poseer la persona, la fe en cristo dios y hombre verdadero, que nos ama infinitamente, y como prueba de su amor, muere clavado en la cruz como vil asesino para librarnos de la esclavitud de nuestros pecados; que nos espera vivo y presente en el sagrario, para darnos su paz y su  amor, que nos dio a su santisima madre tambien como madre nuestra, que esta presente en la divina Eucaristia y cuando le recibimos libres de pecado, participamos de su propia vida divina. No hay tesoro mas grande para la persona humana, Dios se humilla y se hace hombre y muere por nuestros pecados para que nosotros tengamos su propia vida. Dios ya no puede hacer más por nosotros. Sí, he llorado porque asisto a un funeral, junto a mi está un grupo de jóvenes varones, están atentos a la celebración, pero se ve que desconocen lo que se está celebrando. ¿Qué valores les hemos dado? ¿qué han visto en sus familias? ¿qué han visto en la iglesia, desacralizada que sólo habla de los pobres? Claro que lloré porque yo no puedo hacer milagros y me duele que la pasión y muerte de cristo y los dolores de su santísima madre, sean inútiles, estériles.