Sr. Director:

Es una sucesión interminable de desmanes los que nos propicia nuestro presidente del gobierno, siguiendo un proceso estudiado con cálculo matemático, con la intención de destruir el orden y el bienestar que nos proporcionó la Constitución del 78 y el periodo de paz y democracia obtenidos en este periodo de pluralismo y tolerancia. No puede haber pluralismo en un régimen en el que todo el poder es asumido por una sola persona y las instituciones son dependientes de ella. Este señor sigue las directrices de su precursor Largo Caballero cuando afirmaba “La clase obrera debe adueñarse del poder político, convencida de que la democracia es incompatible con el socialismo” (en Linares, 20/1/36).

Nuestra democracia está sufriendo un duro revés en España en los últimos años y va acentuándose cada día más; es el mismo proceso que siguen los países totalitarios: se aseguran una propaganda manipulativa (medios de información propios y otros subvencionados), educación ideologizada (se modelan las mentes de las futuras generaciones en la enseñanza), se compran descaradamente los votos (ayudas al cumplir los 18 años con el bono cultural para ir al cine o a los conciertos), etc. Se procura que el bienestar del pueblo sea mínimo y así el gobierno distribuye la riqueza en forma de limosna, también el pensamiento es cometido del Estado y el ciudadano no tiene ni que pensar. El gobierno no se ocupa en favorecer al pueblo con sus actuaciones, solo en la forma con la que le sacará su voto. Nuestro gobierno tiene una acusada actitud voluptuosa, pues nos impone desde niños el comportamiento sexual que hemos de observar. Tiene una gran devoción por la cultura de la muerte, despenalizando el asesinato de niños antes de nacer (aborto) y a los ancianos cuando ya no son útiles a la sociedad (eutanasia), y con estas premisas se autodenominan progresistas. Indulta a una señora condenada por la justicia -por secuestrar y maltratar a su propio hijo-, al ser miembro de un chiringuito político de esa extrema izquierda gobernante. También indultan a separatistas y golpistas sancionados, ante los que se arrodilla Sánchez para que lo mantengan en el poder. Con la misma finalidad indulta también a terroristas castigados por la justicia por sus muchos crímenes.

Esta es la grave situación en la que se encuentra nuestra democracia desde que el señor Sánchez (fray Mentiras), abrazado a la escoria de la política española, tomó el poder, aunque de forma legal, no legítima, despreciando los intereses del pueblo español y teniendo en cuenta solamente el suyo.