El pecado y la muerte han sido vencidos, cristo muerto y resucitado, nos ha liberado de la esclavitud del pecado, los que creen en el participan de su misma vida. Al pie de la cruz estaba su Santísima madre, la virgen María; con el corazón traspasado con una espada de dolor, pero con la absoluta confianza en la resurrección de su divino hijo, y el dolor, el sufrimiento, la angustia, se transformarán en alegría, gozo y felicidad, pues cristo, como el mismo había anunciado, ha resucitado. Poco importa que sus enemigos le quieran eliminar, ellos serán los eliminados de participar del gozo de la vida eterna. Necedad de necedades, es tratar de eliminar, lo cual es imposible, al único ser que nos puede salvar y transformar nuestra vida radicalmente. Pero cristo no nos condena, muere en la cruz porque nos ama, y no hay amor más grande que el que da su vida por nosotros pecadores, nunca es tarde, si nos hemos extraviado, podemos volver a cristo, que es el camino, la verdad y la vida.