Sr. Director:

Me siento obligada a escribirle en nombre propio y de numerosos mexicanos que NOS DESMARCAMOS TOTALMENTE de las palabras del actual presidente de México. La mayoría de los mexicanos amamos de verdad nuestra Patria, sus raíces españolas tanto como indígenas y nos sentimos orgullosos de ellas. Además, reconocemos, aceptamos y nos enorgullecemos de las contribuciones de tantas otras razas y tradiciones culturales que han hecho de nuestro país una gran nación, a pesar de todos los pesares y de toda corrupción en contra. Creo que ciertas personas son las que deberían pedir perdón, como bien dice usted, a los católicos y a la Iglesia por las persecuciones de antes y las de hoy, por el saqueo de la educación y de los recursos, por la demolición paulatina de algunas instituciones, la marginación a la que han sometido a los pueblos originarios y la burla de nuestras tradiciones religiosas