Sr. Director: Europa no puede traicionar sus propios fundamentos, del mismo modo que no puede seguir externalizando el control de las fronteras, como tampoco permitir que estas se conviertan en ocasión de muerte para miles de los que intentan cruzarlas. Las mafias se aprovechan de la falta de acción política y el terrorismo yihadista se cuela por las rendijas de una política migratoria fracasada. Hay que reorientar la política exterior de la Unión Europea. Y esto solo puede alcanzarse si los Gobiernos escuchan a quienes trabajan con emigrantes y se disponen, de una vez por todas, a comprometerse con los países de origen. Lo demás son brindis al sol. Jesús Domingo