Señor Director: "Aquel que no está orgulloso de su origen no valdrá nunca nada, porque empieza por despreciarse a sí mismo." Dicen los que por decir, y cuentan los que lo cuentan, Comentan los que comentan... que ya todo terminó. Que ya no hay que trabajar... que la lucha ya concluyó, Que el tiempo es para gozar... que ya todo se acabó. El pueblo donde vivo yo, le hace honor a la miseria, Cree vivir en una feria de luces y de colores. Ya no importan los valores que ayer fueron importantes. Es suficiente y bastante las migajas que recibe. Del trabajo se perciben aromas del enemigo, porque lo lleva consigo, es esta moderna uzansa: Aborrecer el trabajo, mientras otros se llenan la panza. Por eso al amanecer de cada día que vivimos, A la puerta recibimos, extraños de todos lados. No importa de cual estado, de que país o provincia, Se sonríen, y la codicia junto con la alevosía luchan con la hipocresía, pa' poder entrar primero. Y en julio como en enero, o en el mes que sea del año, esconden el desengaño que en su día conoceremos. Que nos van a desplazar, no importa la algarabía que surja de los lamentos, Pero sendos como el viento de aquí vamos a emigrar. Este suelo va a heredar quien sincero amor le ofrece, Sólo aquel que lo agradece, como quiere el Creador. Pues sólo el emprendedor en este suelo sumiso, reconoce un paraíso que no se puede igualar. Maldito es con maldición aquel que nace marcado para ser enano siempre, este vende a nuestra gente como un pequeño ganado. Carmelo Félix Matta