Sr. Director:
Hablemos claro y castellano para entendernos, si no nos engañaremos a nosotros mismos. Desde la venida de Cristo, nunca ha existido una situación de inmoralidad y corrupción en Occidente como la que estamos padeciendo, ha rebasado la Copa de la Ira Divina. Además hay que añadir la gravísima crisis de la Iglesia Católica desde hace ya mucho tiempo, mundanizada y desacralizada en muchos lugares, una Iglesia irreconocible a la que había en mi niñez y juventud.
Esta situación sólo tiene un remedio: Que la Iglesia Católica reconozca que esta pandemia es fruto de nuestro pecado y convoque jornadas a escala mundial de conversión y oración pidiendo a Dios que nos perdone nuestros pecados, origen de esta purificación que estamos padeciendo; solo así, Dios que es Padre clemente y misericordioso eliminará esta pandemia, si no continuará ¿Hasta cuando? De nosotros depende, conversión o muerte.