Sr. Director:

No revelo nada nuevo si afirmo que la mentira es el soporte de toda la política que lleva a cabo el actual gobierno de la Nación. Y a ello contribuye con notable eficacia la escoria de la política española, sean herederos de ETA, golpistas de Cataluña, ultracomunistas bolivarianos o similares. El pacto con estos socios de la deslealtad a los españoles se acuerda así: “tú me votas a mí, que soy lo suficientemente traidor para ayudarte a conseguir tus objetivos. Ningún otro te va a ayudar como yo”.

Ya hemos mostrado en otras ocasiones, pero no hacía falta haberlo hecho pues todos somos conscientes de ello, que la actual gobernanza se basa en la mentira y nuestro actual presidente presume de ello, algo que a cualquier persona honesta y cabal le sonrojaría, y si se trata de un mandatario, sería razón suficiente para dimitir sumamente avergonzado. Esto nos da una idea de la calidad humana de quien nos gobierna. Estamos vendidos, pues por mantenerse en el poder, al mejor estilo chavista, es capaz de traicionarnos y acabar con este gran País que es España. Decía el Che Guevara: “La mentira es la antesala de la traición”.

El siniestro plan de Pedro Sánchez, desvelado por L. Mª Ansón, es reventar la Constitución y acabar con Casa Real. Añade el periodista que el interés de este batiburrillo de políticos es generar una crisis que impulse el cambio de la Constitución y facilite implementar una república capitaneada por fray Mentiras. No se trata de generar un golpe de estado violento, más bien ir desmontando poco a poco la España de la Transición para establecer la nueva normalidad al gusto del Frente Popular que nos gobierna.

Si estuviera aún entre nosotros la recordada y admirada periodista Encarna Sánchez, nuestro malvado presidente se llevaría continuos zascas y reprimendas de la misma, ya que no le dolían prendas por decir la verdad a quienes fuera necesario, con toda valentía, aunque a este señor, carente de vergüenza, le da igual todo y sabe que como sus felonías son numerosas, una tapa a la anterior y así sucesivamente.