Sr. Director:
Monseñor Osoro, arzobispo anterior de Valencia y ahora de Madrid no sólo debe reclamar la libertad para practicar la religión, sino que debe condenar sin paliativos los blasfemias y sacrilegios, además de convocar a los fieles madrileños a un desagravio público y notorio.
Porque las provocaciones satánicas no son fruto de algunos jóvenes de ambos sexos descarriados e inmaduros, sino de esbirros del mal.
Fidel García Martínez
Las empresas familiares se rompen. Del Pino fue el pionero, los Botín y los Entrecanales, los próximos
13/12/24 16:58