Sr. Director:
Cesión tras cesión es el único recurso que le queda a Pedro Sánchez para continuar como inquilino en la Moncloa. Tras haber recibido el apoyo de los secesionistas catalanes y otros partidos para ser investido, el actual presidente ya se ha visto obligado, transcurrido un mes, a trasladar a los encarcelados por el “proces”: Junqueras, Romeva, Bassa, Forcadell, Jordi Sánchez y Cuixart, a presidios catalanes, a quienes se les otorgarán beneficios penitenciarios a tenor de las reclamaciones de Torra.
Ceder y ceder será la tónica obligada del PSOE otorgando al PNV y Podemos más puestos en la dirección de la RTVE y a los catalanes más apoyos a su soberanismo. Regalías tras regalías, prebendas tras prebendas y canonjías tras canonjías será el sistema de funcionamiento adoptado por el ínclito Sánchez, feliz y contento de haberse conocido e instalado en el palacete presidencial con su perra “Turca”, lugar donde residió su antecesor en el cargo, el inane Zapatero, experto contador de nubes.
A don Pedro le cabe el orgullo de disponer de siete millones de euros para distribuirlos entre sus afines y preferidos cuando los ubique al frente de las principales empresas públicas, tales como: Indra, Enagas, Bankia, Sepi, Loterías y un largo etcétera, y todos ellos con retribuciones superiores a los 100.000 euros anuales.
Por mucho que lo intente Sánchez, la pretensión de gobernar sin pasar por las urnas y a golpe de moción de censura se le está haciendo harto difícil. La presión de los continuos compromisos y contraprestaciones de sus socios resultan inaceptables, lo que irremisiblemente le conducirá al más ridículo de los fracasos. A golpe de traslados, suelta de presos y peticiones de independencia, unido a solo disponer de 84 diputados es imposible prosperar, teniendo que añadirle las arrogantes e impacientes presiones de Pablo Iglesias por no definirlo como un puro y duro chantaje.
Los independentistas no están dispuestos bajo ningún concepto a renunciar a la autodeterminación a cambio de nada, o lo que sería lo mismo, la celebración de un segundo referéndum pactado y con todas las bendiciones. Los catalanes exigen un dialogo sin condiciones. La única salida, medianamente airosa pero necesaria, sería la urgente convocatoria de unas elecciones generales, aunque solo sirvan para que el PSOE pueda mantener su dignidad como partido ante la comisión de tanto despropósito…¡¡Tiempo al tiempo!!