Sr. Director:
Entre los diez hombres beatificados en la diócesis guatemalteca de Quiché a mediados de abril, había un niño de 12 años de nombre Juanito. Había sido educado en la Acción Católica y era catequista de niños a quienes acompañaba en su camino para la primera Comunión. Acusado de ser guerrillero fue apresado, torturado, asesinado y abandonado su cuerpo en un camino. Él, como el resto de los mártires, junto a Monseñor Gerardi, obispo de Quiché que también fue oficialmente recordado en la ceremonia de beatificación, no eran guerrilleros sino ciudadanos humildes y cristianos comprometidos. "Hasta el día de su martirio, ha escrito el Obispo de Quiché, trataron de abrir espacios para ofrecer a todos una alternativa de vida frente a políticas de muerte represión, secuestros y masacres”. Su memoria y su beatificación lo son de reconciliación para todos.