Primer gran error de Al Asad: atacar a los kurdos
El presidente sirio, Bashar Al Asad (en la imagen) no es una misionera de la Caridad pero en Hispanidad le hemos defendido porque él se defendía de algo mucho peor: el Estado Islámico y Al Qaeda.
Lideraba un régimen autoritario pero que, mucho ojo, defendía la libertad religiosa. En plata, la libertad de los cristianos. El necio de Barack Obama, por el contrario, utiliza a su Ejército para promover la tolerancia que ya se sabe en lo que ha acabado: en Libia.
Pero ahora Al Asad ha cometido un gran error, su primer error de estrategia: atacar a los kurdos. Los kurdos son un país sin Estado que lucha por un trozo en Irán, otro en Irak, otro de Turquía y otros de Siria.
Pero los kurdos, señores Al Asad y Putin, también respetan la libertad religiosa de los cristianos. Son amigos, no enemigos. Y la solución a la guerra de Siria pasa por darles un trozo de territorio.
Hispanidad
redaccion@hispanidad.com