El éxito del juego -y de la realidad aumentada- pone en guardia a las grandes del videojuego: más tremendo. Pokémon Go es noticia este martes por la feroz lucha de las grandes compañías de videojuegos que, sorprendidas por el enorme éxito de la aplicación, están decididas a emular la fórmula de la realidad aumentada, un fenómeno mundial. Y es que el lío armado por Nintendo no es para menos, ni en lo informativo, ni en lo sociológico. La popularidad del juego ha encendido, de hecho, leyendas urbanas de toda índole. No parece, al contrario, flor de un día. Pero no se han comenzado a analizar todavía las consecuencias que tendrá algo tan aparentemente inocuo en los hábitos de los adultos y, sobre todo, de los más jóvenes. Los niños son siempre, en este tipo de cosas, los más vulnerables. Y hay una pregunta, además, que nunca sobra. No es qué tiene de nuevo el jueguecito sino el sentido que tiene. La respuesta a esa pregunta es, paradójicamente, lo que se suele olvidar en una sociedad idiotizada. Hispanidad redaccion@hispanidad.com