Tarde del martes en el Congreso de los Diputados. Proposición de la oposición, desde el PSOE a Podemos pasando por nacionalistas e independentistas: derogar la normativa que aseguraba que el Tribunal Constitucional pudiera hace cumplir sus sentencias.   Más que nada para que no se pitorreen de sus fallos. Y conste que algunos pensamos que el TC bien podría desaparecer. Pero sí existe y dictamina… pues habrá que cumplir sus dictámenes. Pues bien, a la oposición no le gusta y pretende volver a la primera casilla: el TC puede sentenciar lo que quiera que nosotros no lo cumpliremos. Pero no se trata sólo de la tela de Penélope, de destrozar en una legislatura lo tejido en la anterior. Se trata de las razones que se esgrimen para ello. Por ejemplo, la que esgrime Antonio Hernando es que la norma del TC fue aprobada de forma "unilateral y con la sola mayoría del partido Popular". ¿Y esa es una razón para derogar una norma, que aprobó el adversario en solitario porque tenía mayoría absoluta? Hombre no, entre usted en el fondo de la cuestión: esto es, en si la norma es buena o mala. Además, si tenían mayoría absoluta, ¿será porque la habían logrado en las urnas, no? El cainismo español. Contra eso no hay pacto ni consenso que valga. Y Antonio Hernando es cainita. Hispanidad redaccion@hispanidad.com