Hace una semana, mencionamos la vergüenza de las huelgas preventivas. Ahora, por fin, vemos que Renfe acaba con esta maniobra vergonzosa, pues los maquinistas han desconvocado los paros de los días 24 y 29 de junio y 1 de julio. A ver si el Metro de Madrid, con conductores mucho mejor pagados, toma ejemplo. No son unas huelgas sin más, sino que son preventivas porque se han convocado sin conocerse el plan de empleo y el nuevo convenio colectivo, respectivamente. Pero además, han supuesto un chantaje a los políticos en periodo electoral y un secuestro a los ciudadanos, que sin quererlo ni beberlo se han visto convertidos en rehenes de los maquinistas de Renfe y de Metro. Y todo ello en una ciudad como Madrid, que no puede permitirse tener paralizado su transporte público. Parece que una vez más, hacen huelga los mismos, que normalmente son los que menos razones tienen. Hispanidad redaccion@hispanidad.com