Barack Obama comenzó con la utilización de embriones humanos como cobayas de laboratorio y obligaba a practicar el aborto a los hospitales católicos. Ahora se despide con una ley en defensa de la seguridad en la maternidad que no es sino otra engañifa para financiar con dinero público a los abortistas. ¡Eres un gran hombre, Barack! Hispanidad redaccion@hispanidad.com