Baleares marca el camino, pues ha decidido congelar los sueldos de los funcionarios. Una decisión tomada en vísperas de la llegada del Rey, Felipe VI, a Palma de Mallorca y antes de conocerse la última advertencia del BBVA sobre el elevado gasto público de nuestro país.

La presidenta balear, la socialista Francina Armengol, ha decidido esta medida con el fin de ahorrarse 39 millones de euros este año. Y es que prevé que va a necesitar este dinero para otras cosas, por ejemplo, la lucha contra el coronavirus, a pesar de que la medida va en contra de la aprobada por el Gobierno que lidera el también socialista Pedro Sánchez: la subida del 2% en el sueldo de los funcionarios.