Y no sólo eso: la ministra de Fomento trastoca toda la agenda del evento con un discurso tan inesperado como interminable. El congreso de directivos organizado por la CEDE y celebrado en A Coruña este martes tuvo un protagonista inesperado. Y no estamos hablando de SM Felipe VI, cuya intervención sí estaba prevista, sino de la ministra de Fomento, Ana Pastor, que no estaba invitada al evento. La historia es como sigue. Ese mismo martes, a las 11:15 horas, el Rey recibió la credencial como Embajador de Honor del Camino de Santiago, en Santiago de Compostela. Allí estaba también la ministra Pastor. ¿Qué va a hacer después? Preguntó Pastor. Voy a participar en el congreso de directivos, en A Coruña, le respondió. ¡Ah! Pues me apunto. Y fue. Se pueden imaginar las caras de los organizadores cuando les notificaron que, junto a Felipe VI también iba doña Ana que, además, quería decir unas palabras al respetable. Primer trastorno: incluir su intervención en el programa, ya de por sí, ajustado. No pasa nada, donde hablan cinco, hablan seis. Y ahí que se coló, entre Núñez Feijóo y Xulio Ferreiro, el alcalde de la ciudad. Con lo que no contaba nadie era con la capacidad de hablar de la ministra. Se sabe cuándo empieza pero no cuándo acaba. Total, en lugar de los 45 minutos previstos, el acto institucional duró más de una hora y media. La copar de vino se quedó en chupito. Y todo por escuchar un macro discurso -vacío, por supuesto- de la ministra Pastor. Por cierto, la mesa redonda con más chispa se celebró por la tarde. Protagonistas: Carlos Slim y César Alierta, moderados por Juan Luis Cebrián. Ninguno de los dos -Slim y Alierta- ahorró en halagos hacia el otro. Y fue ahí donde escuchamos una de las frases del congreso. Su autor, Slim: "Es importante aprender de los errores, pero más importante es aprender de los errores de los demás". Hispanidad redaccion@hispanidad.com