La portada de El País del pasado domingo 22 era muy buena. Se titulaba así: "El aborto, de nuevo en el centro del debate político". Y esto quiere decir que El Pais, entusiasta abortero, se queja de que esto sea así, de que todavía haya cavernícolas que se empeñan en asegurar que el aborto es un homicidio.

Cabría responder que, como, en efecto, el aborto es el primero de los asesinatos y la más cobarde todas las matanzas actuales, el titular es positivo, casi provida. Pero lo que me llama la atención es que la prensa que presuntamente defiende la vida (sí, ya sé, amigo lector, que ahora mismo no se le ocurre ningún periódico que lo haga, pero no pierda la esperanza), los medios llamados conservadores, empiezan a hablar de los derechos de las mujeres al aborto -el no nacido no tiene derechos, al parecer- y de la libertad de elección de las mujeres -los varones, en esto del aborto, somos sementales que luego ni sabemos a quién hemos engendrado- mientras los medios progres aseguran que en lo referente al aborto, tras la humillación de Valladolid y la rendición de Vox, ser mujer te otorga el derecho sobre la vida y la muerte del inocente.

El innatus posee un código genético individuado distinto del del padre y del de la madre. Cuando reparas en ese detalle, hay que ser muy bestia para hablar del 'derecho al aborto'. Muy bestia y muy idiota

Que no, que hay que volver a hablar, y mucho, no del debate político el aborto sino del aborto propiamente dicho. Volver a hablar y debatir qué hay en el seno de una embarazada: ¿un trozo de carne o es un ser humano? Desde el punto de vista científico: ¿acaso no posee el innatus, también llamado feto, y desde la concepción, un código genético individuado, distinto del del padre y del de la madre? Porque cuando reparas en ese detalle, hay que ser muy bestia para hablar del 'derecho al aborto'. Muy bestia y muy idiota.

El busilis del aborto no consiste en que una mujer quiera o no quiera ser madre. El asunto es que a lo mejor su hijo no quería morir

Por cierto, ese mismo número de El País publica un complemento que completa el cuadro: el primero es un "caso real" sobre una mujer que abortó y que se queja de que "nos toman por idiotas" pero, naturalmente, aunque el aborto sea algo bonísimo, oculta su rostro y, además, asegura que ella sí quería ser madre, pero que como su novio, o sea, el padre sin compromiso, no quería ser padre, ella decidió abortar.

lunes 23 enero INTERIOR

A ver, señora: el asunto no está en que quiera usted ser madre o no, como si se tratara de una experiencia vital más. El asunto es que a lo mejor su hijo no quería morir. Porque dice que le preguntó usted al padre, sí, pero no a su hijo, que es el papel de víctima en esta historia.