Sr. Director:

 

Acabo de leer el discurso íntegro del candidato a presidente de Gobierno, señor Rodríguez Zapatero, y me surgen una serie de interrogantes que creo deberían preocupar a la opinión pública.

 

Dice el candidato que la respuesta a las expectativas ciudadanas "exige una acción de gobierno en la que nadie se sienta excluido; que escuche y atienda a razones; que explique siempre el por qué de cada decisión adoptada". Y, al enumerar las prioridades de su Gobierno, dice que "todas atienden a problemas reales de los ciudadanos".

 

Sin embargo, después anuncia algunas medidas que tomará con carácter inmediato, como por ejemplo la suspensión de la LOCE y la equiparación total de las parejas homosexuales al matrimonio, entre otras muchas. Creo que somos muchos los que nos sentiremos excluidos si se toman esas medidas, que, además, no están sustentadas por razones de peso -sólo ideológicas y de conveniencia-, y que no escuchan el elevado número de voces en su contra. Además, alguna de ellas no creo que respondan realmente a problemas que sean acuciantes: ningún estudio o encuesta revela que preocupe mucho a los españoles el matrimonio homosexual, por ejemplo.

 

Por último, un par de apuntes: el señor Zapatero tiene una gran preocupación por la difusión de la cultura española, y manifiesta en su ideario el amor al bien. Espero que sea coherente con ello, y así recuerde que la cultura española no sería lo que es sin su raíz profundamente cristiana, y que el amor al bien exige su búsqueda sincera y sin prejuicios, y no una interpretación sesgada y partidista del mismo.

 

Santiago García

 

garcguti@hotmail.com