España tiene un índice de fecundidad de 1,36 -según datos del 2011-, lo que la coloca en el vagón de cola de Europa.
Una tasa que no solo está muy alejada de la media europea (1,57) y del nivel de reemplazo generacional (2,1) sino que ocupa uno de los últimos lugares de la Unión Europea (UE), en concreto, la séptima posición por la cola. "Hemos perdido convergencia con nuestros socios comunitarios y eso significa pérdida de prosperidad, de crecimiento económico y sobre todo de futuro" decía el presidente del IPF.
Además, la crisis económica está haciendo caer la leve recuperación de la fecundidad en España. Desde el 2008 la fecundidad ha caído vertiginosamente y ha pasado de 1,46 en el 2008 a 1,36 en el 2011 y ha vuelto a los niveles del 2005.
Y es que la natalidad en el país está en una situación tan dramática que para recuperar el nivel de reemplazo generacional (2,1), se necesitarían tener 280.000 nacimientos anuales más que los actuales, y se deberían alcanzar, por tanto, los 752.000 nacimientos al año (en el 2011 tan solo hubo 471.999 nacimientos en España).
El IPF asegura que "existe una relación directa entre ayudas a la familia y un mejor índice de fecundidad. Así, en aquellos países que se desarrolla una política integral de apoyo a la familia se consigue, entre otras cosas, incrementar la natalidad".
Pero "el casi nulo apoyo a la familia por parte de las administraciones nacionales y autonómicas durante años, ha provocado que España sea el país de la UE 27 que menos ayuda a la familia, tanto en organismos, como en dotaciones presupuestarias y en planes o leyes de familia, cosa que está originando que año tras año su índice de fecundidad esté muy por debajo del nivel de reemplazo generacional".
Ciertamente preocupante para los que hemos cotizado durante más de 40 años.
Jesús Domingo Martínez